Britney Spears y su exmarido Kevin Federline volvieron a verse las caras el viernes en el juzgado de Los Angeles que tramita la custodia de sus dos hijos. La pareja, que mantiene una guerra sin cuartel por los dos niños, tomó asiento ante el tribunal sin dirigirse la palabra. La vista se celebró a puerta cerrada y se espera que los jueces se pronuncien la próxima semana.