Carla Bruni ha demostrado que se encuentra como pez en el agua ejerciendo el papel de primera dama de Francia. La modelo hizo ayer el primer viaje de Estado con su marido, Nicolás Sarkozy, a Suráfrica, una visita de dos días que pretende impulsar el desarrollo económico del país y mejorar su imagen. Carla debutó como consorte presidencial el pasado sábado en una audiencia que Sarkozy concedió en el Elíseo a los familiares de Ingrid Betancourt. La cantante y el presidente francés departieron durante una hora con los hijos de la diputada colombiana secuestrada por las FARC y con la excongresista Consuelo González, liberada en enero por los rebeldes colombianos.

Pero hasta el miércoles no se produjo el debut internacional de la primera dama francesa. Bruni y Sarkozy viajaron hacia Suráfrica haciendo una escala en el Chad. Una vez en Ciudad del Cabo, mientras su marido se entrevistaba con su homólogo Thabo Mbeki, la modelo se dedicó a visitar una de las cinco cooperativas de comercio justo en Khayelitsha. Bruni repartió sonrisas y se dejó fotografiar con las trabajadoras de los talleres: "Es mi primera visita. Por el momento, escucho lo que se me dice. Es así como concibo mi trabajo", dijo.

La primera dama francesa comprobó in situ cómo trabaja la oenegé Township Patterns, que dirige la cooperativa que da trabajo a 50 mujeres, que ganan 250 euros al mes.

La mujer de Sarkozy fue obsequiada con una bolsa de yute con su nombre bordado. Sarkozy intenta con este viaje mejorar su imagen, que ha caído en picado en las últimas semanas.