Carla Bruni aseguró ayer, en declaraciones a la revista Paris Match , que está preocupada por la salud de su marido, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, debido a su intenso ritmo de trabajo. "No hay paréntesis ni reposo. Quiero convencerme de que es normal para una persona en su posición", declaró la cantante, que acaba de sacar su disco Comme si de rien n´était (Como si nada). La primera dama francesa, de 40 años, afirmó también sentirse "deliciosamente atada a su marido" y en absoluto "encarcelada por el matrimonio".

Preguntada por algunas canciones de su nuevo disco, en el que habla de "sus treinta amantes", la cantante, que nunca ocultó sus múltiples idilios, precisó que era una cuestión de rima y que en ese verso treinta sonaban "mejor que quince".

Bruni apuntó que no tiene intención alguna de "abandonarlo todo" por el matrimonio. "Soy quizás feminista, trabajé siempre y soy libre gracias a ello", añadió.