Al volante de un camión, los ladrones se han llevado 350 gansos de una de las granjas biológicas que trabaja para Carlos de Inglaterra. Las aves, muy cotizadas en Navidad, estaban a punto de ser sacrificadas para que la firma del príncipe, Duchy Originals, las distribuyera en una cadena de supermercados. Los delincuentes prendieron fuego al granero, matando a 800 patitos. Las pérdidas ascienden a 42.000 euros. Es la tercera vez que Rona y Nevil Adams, los encargados de la granja, sufren un robo de este tipo.