El príncipe Carlos de Inglaterra presidió ayer un homenaje a los policías británicos que han perdido la vida en acto de servicio. La emotiva ceremonia se celebró con motivo del día del patrón del cuerpo en la catedral anglicana de Liverpool y Carlos (en la fotografía saludando a miembros de la policía británica) asistió al oficio religioso sin que lo acompañara su esposa, Camila. Tampoco estuvieron presentes en la ceremonia sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique.