Carmen Romero, exmujer del expresidente del Gobierno, Felipe González, fue la invitada de honor de la cena conferencia que organizó el Círculo Ecuestre de Barcelona la noche del lunes. Romero acudió a la cita para hablar de la pintora barroca Artemisia Gentileschi, pero acabó deslizando algún dato que permite vislumbrar cuál es su estado vital en estos momentos.

Relajada, simpática, con un sentido del humor envidiable y muy guapa, con la melena suelta, luciendo un ajustado traje en tonos lila, blusa blanca y un minibolso que llevaba cruzado en bandolera, la exdiputada socialista consiguió reunir a un importante número de socios de la exclusiva entidad catalana. Carmen habló sobre el libro Artemisia, de Ana Banti, que ella tradujo hace veinte años cuando vivía en la Moncloa y que ahora se ha vuelto a reeditar. Pero también desveló otras facetas de su vida actual: "Ahora estoy imbuida en algunas actividades que no tienen nada que ver con la literatura, en el diálogo con las mujeres del Magreb", explicó.

"EXPERTA EN LA VIDA" Romero, que se definió sobre todo como "una experta en la vida", respondió entre risas a la pregunta que le hizo el moderador de la conferencia, Marius Carol: ¿Puede más el ímpetu del futuro que la memoria del pasado?: "Pesa la memoria, pero afortunadamente no condiciona. El futuro siempre es libre y abierto". Y sobre ese futuro le interpeló una socia: ¿Cómo lo ve, cómo política dedicada a la literatura o a cuidar de sus cinco nietos? Risas: "Lo veo abierto, a veces demasiado abierto".

La exdiputada socialista durante 14 años podría volver a la política activa en el plazo de unos meses, ya que ha sido propuesta para ocupar el quinto puesto de la candidatura a las elecciones europeas convocadas para el próximo 7 de junio. "No se qué haré, hasta que no llegue a Madrid no sabré nada", afirmó.