Lleva años enredada en querellas contra los paparazis, pero no está dispuesta a dar su brazo a torcer: Carolina de Mónaco quiere moverse con su familia libremente, es decir, sin sufrir el acoso de los fotógrafos.

La penúltima batalla de esta particular guerra comenzó ayer en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, donde se celebró una vista por la demanda que la princesa y su marido presentaron en el 2008 por fotos publicadas sin su permiso en varias revistas alemanas. Ni Carolina ni Ernesto de Hannóver estuvieron en la sala, pero les defendió Matthias Prinz, el representante del despacho de abogados de Hamburgo que han contratado. El letrado afirmó que mientras que "en Francia y Mónaco sí hay una fuerte protección de la privacidad", la princesa "no puede salvaguardar su vida y la de sus hijos en Alemania". "Es insoportable que mis defendidos sean acosados y vigilados las 24 horas del día", agregó. Y es que Estrasburgo ya condenó a Alemania en el 2004 por no proteger el derecho a la intimidad de la princesa por fotos publicadas en la década de los 90 en compañía de su marido, el actor Vincent Lindon.

Por su parte, el letrado Prinz sentenció que ya entonces el Gobierno germánico había señalado que los fallos del Constitucional estaban por encima de los de Estrasburgo. El Tribunal de Estrasburgo celebró una vista por la demanda presentada en el 2008 por la princesa y Ernesto de Hannover, por varias instantáneas publicadas entre el 2002 y el 2004 por las revistas Frau im Spiegel y Frau Aktuell . En las imágenes destaca la pareja en las estaciones de esquí de Saint Moritz (Suiza) y Zürs am Arlberg (Austria). En una de ellas figura el artículo titulado: El príncipe Rainiero no está solo en casa , que informaba de cómo la princesa Estefanía cuidaba de su padre enfermo, mientras Carolina estaba de vacaciones. El Tribunal Constitucional alemán declaró que la información sobre la enfermedad del príncipe monegasco era de interés público.