Charlene Wittstock acompañó ayer por primera vez a su novio, el príncipe Alberto de Mónaco, a las celebraciones del Día Nacional del Principado. Charlene, espectacular con un sastre Armani Privé en jacquard de seda fantasía, labrado en tonos tabaco y marfil y vistosa pamela marrón, se convirtió la protagonista de la jornada.