Chelsy Davy ha plantado al príncipe Enrique. La rubia surafricana, que ha sido novia del hijo menor de Carlos durante tres años, ha decidido reflexionar sobre su futuro.

Según cuenta la prensa británica, Chelsy está preocupada por los problemas con el alcohol del joven y cansada de "su falta de compromiso" en la relación. De hecho, recientemente, el príncipe prefirió marcharse a París para presenciar la Copa del Mundo de Rugby, en lugar de asistir a su fiesta de cumpleaños. Chelsy, hija de un polémico empresario de Zimbabue, dejó a principios de este curso su casa en Ciudad del Cabo para hacer un máster de dos años en Leeds. Sin embargo, la chica podría estar algo deprimida en la fría ciudad industrial al norte de Inglaterra.

En los dos meses que lleva viviendo allí, Enrique solo ha ido a verla en una ocasión, a pesar de que ella ha bajado frecuentemente a Londres y Windsor.

El pasado fin de semana, los dos se encontraban en la capital, pero divirtiéndose por separado. Ella anduvo con unos compañeros mientras que Enrique estuvo bebiendo hasta altas horas de la madrugada en una discoteca de la zona, de la que salió acompañado por una bella morena.

Un allegado a Chelsey aseguró en el diario The Mail on Sunday que la joven le confesó que necesitaba buscar su "propia identidad".

Por su parte, los responsables de prensa de la familia real británica se han negado a comentar esta información.