El canal de pago Cosmo estrena el domingo 5 de noviembre ‘Instamoms: madre hay más que una’, 'docu-reality' protagonizado por cuatro madres españolas muy activas en las redes sociales que narran su día a día, sus problemas y sus alegrías respecto a la crianza de los hijos. Las cuatro son madres reales. Pero también hay otras, las de ficción, las de la pequeña pantalla. Analizamos diez perfiles televisivos y proponemos un juego a todas las madres: ¿con quién te identificas?

Excéntrica. Joyce Byers en 'Stranger Things' (Winona Ryder)

Joye Byers es una histérica. Divorciada, fumadora compulsiva y lunática. Para muchos de sus vecinos, la típica loca con dos hijos friquis que agota todas las existencias de luces de Navidad del pueblo. Rarita, sí, pero ojalá todos los niños del mundo tuvieran una madre coraje como ella, alguien que no duda ni por un momento de su pequeño. El chaval desaparece y Joyce solo tiene una misión en la vida: encontrarle. Cueste lo que cueste. Si hay que comprar luces de Navidad para recibir mensajes fantasmagóricos del crío desaparecido, lo hace. Pocas madres como ella son capaces de sentarse delante de un policía, soltarle una historia bizarra sobre la desaparición de su vástago y rogarle entre lágrimas: “Necesito que me crea”.

Pasota. Betty Draper en 'Mad men' (January Jones)

Cuando Betty Draper da a luz a su tercer hijo, la enfermera se lo acerca a la cama y le pregunta "¿le va dar pecho al bebé?" "No" es la respuesta rápida y tajante, una palabra que hoy provocaría urticaria en las filas de la Liga de la leche y que, sin embargo, a finales de los años 50 debía ser revolucionaria. No hay mujer más elegante que la bella Betty, una esposa que tiene que sufrir las infidelidades (y demás neuras) de su marido y que siempre tiene algo mejor que hacer (fumar, por ejemplo) antes que estar con sus hijos, de los que rápidamente se deshace sentándolos frente a la televisión.

Moderna. Birgitte Nyborg en 'Borgen' (Sidse B. Knudsen)

Birgitte Nyborg consigue ser la primera ministra de su país, Dinamarca. Tiene dos hijos y un marido con el que se turna para alcanzar cimas profesionales. Durante muchos años, ella estuvo en la sombra, ejerciendo de mamá para que su pareja triunfara profesionalmente. Ahora él se ocupa más de los hijos y ella se pone a los mandos del país. Sin embargo, procura llegar a casa para cenar con ellos. Es más, solicita una baja como primera ministra cuando su hija sufre un problema médico importante y tiene que ser ingresada durante un tiempo. Una baja es algo que Birgitte no se planteará cuando le detecten un quiste en el pecho. No quiere dejar de trabajar para vigilar su salud, algo que sí hizo por su hija.

Castradora. Livia en 'Los Soprano' (Nancy Marchand)

Livia Soprano es una persona tóxica que hace la vida desagradable a los demás, especialmente a su hijo, Tony (James Gandolfini), que tiene muchos problemas tanto en la mafia que dirige como en casa, pero gran parte de sus quebraderos de cabeza y angustias vitales tienen que ver con una madre castradora, egoísta e insoportable que llega a conspirar para asesinarlo. Suponemos que no siempre fue así. De hecho, cuando Tony recoge las cosas de la casa de su madre se emociona al ver la foto de una mujer joven y sonriente (ella) abrazando con ternura infinita a su bebé (él).

Arpía. Cersei Lannister en 'Juego de tronos' (Lena Headey)

La (inicialmente) dueña de los siete reinos es madre de tres hijos que ha engendrado con su hermano. Vive rodeada de enemigos y es tan arpía, narcisista, ambiciosa y psicópata que nada la detiene en su camino hacia el poder, la mayor y única herencia que quiere dejar a sus malogrados hijos. Se aferra al trono y lucha a muerte. Es lista, una conspiradora nata y está muy bien entrenada.

Colega. Lorelai Gilmore en 'Las chicas Gilmore' (L. Graham)

Todos los manuales de crianza recomiendan no ejercer de amigo con los hijos sino de padre o madre. 'Las chicas Gilmore', dulce y relajado pero nada ñoño melodrama sobre las relaciones de una madre con más dudas existenciales que su hija adolescente, demuestra lo contrario: se puede ser mamá colega, hablar con la rapidez del rayo con tu hija, sincerate con ella de manera brutal, contarle hasta tus miserias y no traumatizarla de por vida.

Conciliadora. Alicia Florrick en 'The good wife' (J. Margulies)

Alicia Florrick es la esposa perfecta que ha vivido siempre a la sombra de su marido, un todopoderoso fiscal que, de repente, se ve encarcelado por un caso de corrupción. Ahora es ella -abogada de profesión- la que tiene que mantener económicamente a sus dos hijos adolescentes. Y vaya que lo hace. Eso sí, tirando de su poco querida suegra para echar una mano en casa. Alicia es tan eminente abogada como buena persona y buena madre. Trata de solucionar los conflictos siempre con una sonrisa y buena disposición. Nunca da una batalla por perdida, como cuando tiene que lidiar con el catolicismo de su hija.

Diferente. Roseanne Conner en 'Roseanne' (R. Barr)

En el reino de lo políticamente correcto, cómo agradecimos que 'Roseanne' -imprescindible serie de finales de los 80 y 90- rompiera moldes. Roseanne no era precisamente guapa. Ni culta. Le sobraban kilos, vestía fatal y cocinaba pura fritanga. Pero era cómplice de su marido y una madre espectacular que ejercía de lo que tenía que ejercer: madre. Su punto fuerte era el humor y la ironía. Su carcajada brutal contagiaba a todo el mundo menos a sus hijas adolescentes (al pequeño sí, porque todavía la adoraba). El amor y el respeto que rezuman convirtieron a la obrera familia de los Conner en envidiable.

Ausente. Ellis Grey en 'Anatomía de Grey' (Kate Burton)

En 'Anatomía de Grey' todo gira alrededor de ella, la eminente neurocirujana Ellis Grey. Sin embargo, es una madre ausente. Lo es en el presente (está ingresada porque se ha agravado el Alzheimer que padece) y lo fue también en el pasado, cuando antepuso su profesión a su faceta maternal. Ellis incumple el primer mandamiento de toda buena madre y nunca ha estado orgullosa de su hija, a pesar de que apunta maneras de ser otra eminencia médica.

Superada. Lynette Scavo en 'Mujeres desesperadas' (F. Huffman)

Wisteria Lane parece el reino de la felicidad, pero en cada casa cuecen muchas cosas. Lynette Scavo -que, como casi todas las mujeres casadas de este reportaje llevan el apellido de su marido- es luchadora como pocas. Pero estar a cargo de cuatro niños pequeños (por los que en el pasado renunció a su vida laboral) es desquiciante hasta para la madre más excelente. Lynette roza la perfección, pero en más de una ocasión sueña con gritar descomunalmente a sus desobedientes y revoltosos hijos, tirar la vajilla al suelo, romper las ventanas con un bote de mermelada, coger una pistola y acercársela a la sien. Que levante la mano la mamá que no ha soñado con hacer… las tres primeras cosas.