Piolín es un canario adicto al empleo de diminutivos --suyas son frases como "lindo gatito" o "tengo que salvar mi vidita"-- que suele pasar los días de forma plácida y pacífica cantando en su jaula. Cuando le molestan, cosa que ocurre a menudo, la aparentemente inofensiva criatura se convierte en una temible fiera, capaz de atar un cohete a la boca del minino Silvestre para dejarlo sin dentadura, hacer caer un andamio sobre su cabeza o colocar la piel de un plátano en la cornisa de un edificio para que el sufrido cazador se resbale y caiga desde una altura idónea para quebrarse la columna vertebral. Son dibujos animados, y lo único que padece Silvestre es un chichón que nunca dura más de una escena. Si el canario se siente atacado por un ser de carne y hueso las consecuencias pueden ser más prolongadas. Ahí entra Custo: David Dalmau, creador junto a su hermano de la exitosa firma de moda, se enfrenta a un año y medio de prisión por haberse beneficiado, supuestamente, de Piolín.

Según la Fiscalía de Barcelona, la empresa textil cometió un delito contra la propiedad industrial e intelectual: estampó al canario en varias prendas sin autorización alguna de Warner Bros --productora de Piolín--. Fue en la temporada del 2005, y la ropa con la figura del vengativo pájaro pudo adquirirse en las tiendas de Custo en Barcelona. Cuando la noticia llegó al cuartel general de Warner Bros en España, en abril de ese año, sus abogados enviaron por burofax un escrito en el que decían que la figura de Piolín no podía ser empleada sin su permiso. Las prendas, continuaron, debían ser inmediatamente puestas fuera de circulación, algo que la empresa de diseño no hizo. Según la productora, Custo alegó que se estaban confundiendo, que el pájaro que se veía en su vestimenta no era de ninguna manera el casi septuagenario Tweety --nombre oficial de Piolín--.

Pasaron casi dos meses y la peligrosa indumentaria seguía a la venta. Fue entonces, en julio del 2005, con la denuncia de Warner Bros ya interpuesta, cuando la Guardia Civil acudió a uno de los establecimientos de Custo y allí encontró y requisó una, dos, tres, hasta 18 prendas en las que podía apreciarse sin ninguna duda, según la fiscalía, el célebre dibujo animado.

LA DEFENSA El juicio se anuncia trepidante. La defensa de Custo tratará de convencer al magistrado de que las prendas en discusión contienen estampados de todo tipo, de aves, de elefantes o de chicas jóvenes, y para demostrar su tesis llamarán como perito a un experto en diseños que explicará las supuestas diferencias entre el canario televisivo y el dibujo de sus camisetas. Los representantes de la productora, aunque reconocen que puede existir alguna leve disparidad entre uno y otro, señalarán que esta no impide que el diseño de Custo "evoque claramente" a ese canario que se estrenó en pantalla el 21 de noviembre de 1942 con un corto titulado Historia de dos gatitos.

Entretanto, quienes deseen lucir a tan sañudo pájaro deben dirigirse a Chenoa. En el 2009, la cantante firmó un acuerdo con Warner Bros para comercializar una línea llamada Tweety by Chenoa. El pasado otoño, la vocalista dijo que le gustaba el personaje porque "tiene pinta de hijo de puta". Con Piolín no se juega.