Hay amores que marcan para toda la vida y que pueden llevar a cometer gestos incomprensible para los demás. En una entrevista al diario La Provence, el actor francés Alain Delon confesó una anécdota peculiar --para no decir macabra--. Cuando falleció la que fue su pareja durante cerca de 25 años y, según él, "su primer y gran amor", Romy Schneider, fue a su lecho de muerte para despedirse de ella, junto a sus amigos los productores de cine Claude Berri y Alain Terzian. "Allí le hice tres fotos con mi polaroid, porque tenía ganas de fijar para la eternidad su imagen en su féretro", dice.

El intérprete de El tulipán negro puso la nota final a esta intrigante revelación añadiendo: "Conservo estos retratos, que nunca enseñé a nadie, en mi cartera, cerca de mi corazón". Delon hizo estas sorprendentes declaraciones en el marco de la presentación de Ils se sont tant aimés (Se quisieron tanto), un libro coescrito por Christian Dureau y Philippe Barbier y que se acaba de publicar en Francia, en el que el actor habla por primera vez, cuando casi se cumplen 27 años del fallecimiento de Schneider, del "amor y la pasión" que sintió hacia ella y que parecen seguir vivos.

UN TEMA "MUY DOLOROSO" El actor francés reconoció que esperó tantos años para hablar de su relación con la mítica intérprete de Sissi Emperatriz porque "es un tema muy doloroso y personal", y explicó: "Para este libro he podido hacerlo porque me sentía en confianza". Delon también confesó que siempre se arrepentirá de no haberse casado con Romy, pero que se consuela pensando que tuvieron una fiesta de compromiso maravillosa en Lugano (Italia). El protagonista de El gatopardo puso la guinda a la entrevista al declarar: "Es difícil decir esto, pero no me habría gustado verla con 70 años" (Schneider falleció con 44 años de manera repentina), y prosiguió: "Creo que no habría envejecido bien. Es mejor que se fuera así. Murió guapísima. Era un mito y lo seguirá siendo".

En Ils se sont tant aimés, que tiene más de 100 fotografías de la pareja, el actor cuenta como conoció a Schneider, en el rodaje de la película Amoríos, que protagonizaron cuando los intérpretes tenían 23 y 20 años, respectivamente.

En el libro, Delon también relata algunas anécdotas que vivió durante sus épocas felices al lado de la guapa intérprete de origen austriaco, de quien el actor dijo: "tenía mucho genio y hasta podía ser violenta. Fue una niña que se convirtió demasiado pronto en estrella por lo que podía ser caprichosa y rabiosa". Más de 60 años de mito han caído en una entrevista.