Tras su emisión, cesó la polémica. Después de varios días de críticas, los británicos pudieron ver, la noche del miércoles, el documental Diana: los testigos del túnel sin que su contenido hiriera la sensibilidad de nadie. La única foto de Diana, que ya había sido publicada por una revista italiana y reproducida por el diario The Sun, se emitió con la cara de la princesa tapada.

La prensa había anunciado a bombo y platillo que el programa de Channel 4 contenía fotografías explícitas de Diana agonizando momentos antes de morir en París. Sin embargo, como ya había advertido la televisión británica, el documental es un relato riguroso de las últimas horas de la vida de princesa con testimonios de los fotógrafos y médicos testigos del accidente.