Todos los Jackson participaron a primeras horas de la mañana en un funeral privado en el cementerio Forest Lawn de Hollywood Hills, lejos de las cámaras. Pero, un par de horas después, se sentaban en la primera fila frente al escenario del Staples Center, dispuestos a compartir su pérdida y su dolor con el mundo, en directo, por televisión, a través de internet. La madre, el padre, las hermanas y sus hijos, de negro. Los hermanos, con gafas de sol, corbata amarilla, rosa roja en la solapa y, en una sola mano, el guante brillante.