Corría agosto del 2003 cuando The New York Times escogió a Ferran Adrià (y uno de sus aires) para una portada de su suplemento dominical en la que colocaba a España en el reinado de la cocina mundial destronando a Francia. Casi seis años después, Adrià sigue desatando pasiones en EEUU. Y el jueves, cuando recibió el premio como mejor chef del año del Culinary Institute of America (CIA, por sus siglas en inglés), el alma y la mente de El Bulli identificó el galardón como un reconocimiento más amplio que a su persona.

"Veo esto como un premio no a El Bulli o a Ferran Adrià, sino a la consolidación de un proyecto: la cocina española moderna", comentaba antes de subir al escenario en el salón del restaurante Cipriani en la calle 42, donde transcurrió la cena de gala con 500 invitados. "Esto ya no es una moda, hay que olvidarse de cierto miedo que teníamos de que fuera una euforia pasajera -- añadió--. Es un punto de partida para que todos nos pongamos las pilas y las cosas se muevan. Esto va en serio. Tenemos que acabar de creérnoslo, en el buen sentido, con humildad".

Si hace unos meses Adrià firmó un acuerdo de colaboración entre la Fundación Alícia y la Universidad de Harvard, este último viaje ha servido para atraer otro acuerdo con el CIA, una institución educativa fundada en 1946 donde actualmente estudian 2.400 alumnos. Por el convenio se crea un programa de becas que favorecerá el intercambio entre EEUU y España y tratará de dar a conocer la gastronomía y los productos locales a los líderes de opinión estadounidenses. "Vienen cinco años muy importantes y todos tenemos que aprovecharlo: instituciones, empresas...", aseguró Adrià. "El que pega primero da dos veces --continuó-- y hay que arriesgar. Más en un país que sigue siendo la puerta para triunfar en el mundo y que, si algo premia, es a quienes arriesgan".

Fue la idea del riesgo la que eligió José Andrés para presentar el premio a su amigo Adrià. Citando a Churchill --"el éxito es ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo"--, aseguró que Adrià "nunca ha tenido miedo al fracaso" y "ha conseguido crear un nuevo lenguaje".

Por otra parte, Vicente Todolí, director de la Tate Modern, y Richard Hamilton, creador del pop art, publican en abril Comida para pensar, pensar sobre el comer (Actar), sobre Adrià y el arte. La portada es un dibujo de Matt Groening, padre de los Simpson.