Los ricos y famosos también sufren las consecuencias de la desaceleración económica. En EEUU, numerosas estrellas se han visto afectadas por la crisis del ladrillo y no logran encontrar compradores para sus lujosas mansiones. Entre ellas destaca Britney Spears, que ha puesto a la venta la casa en la que vivió con su exmarido, Kevin Federline. Ubicada en Malibú --al igual que la vivienda de 220 metros que Leonardo DiCaprio trata de vender por siete millones de euros--, cuesta la módica cantidad de 11,5 millones, cinco veces más de lo que pagó la cantante.

Cuando los Beckham se marcharon de Madrid hace dos años, solo pensaban en una cosa: deshacerse cuánto antes de su mansión de La Moraleja. Aún no lo han conseguido. La casita, de 580 metros cuadrados y una parcela de 10.000 más, les costó 4,5 millones de euros y ahora piden casi el doble, ocho millones.

Conocidas estrellas del rock como Joey Kramer, batería del grupo Aerosmith o la mismísima Avril Lavigne sí que han rebajado el precio de sus viviendas en Beverly Hills. Según la revista Forbes , la cantante ya no pide 4,9 millones de euros, solo 3,8, pero ni así ha conseguido venderla. Otro popular músico, Slash, guitarrista de Gun´s and Roses, ha demandado a su antiguo agente inmobiliario tras haberse visto obligado a reducir el precio de su propiedad en medio millón de euros. Y ni con eso se vende.

El que pasa por una situación delicada es el actor Nicolas Cage. No solo ha puesto en venta su casa de Nueva Orleans --por la que pide 2,7 millones de euros--, sino que ha añadido a la lista otras propiedades en Las Vegas, Newport, Rhode Island y Bel-Air e incluso una isla en las Bahamas, según señaló recientemente el diario Wall Street Journal . El motivo de tanta venta --cuatro de sus 10 propiedades-- es una deuda con el fisco. Jennifer López no parece tener problemas económicos, pero también ha colgado el cartel de se vende en la puerta de su casa de Bel-Air. De estilo francés, está valorada en 6,7 millones de euros y tiene cuatro dormitorios, cinco baños y más de 700 metros cuadrados.

A dos años de la muerte del famoso productor Aaron Spelling, su viuda, Candy Spelling, ha decidido poner en venta su megamansión de más de 100 habitaciones The Manor, ubicada en el exclusivo vecindario Holmby Hills en Los Angeles. Spelling ha decidido mudarse a un lugar más pequeño . Y pequeño únicamente en dimensiones ya que su nueva adquisición tiene una sala con dos chimeneas, una suite de 370 metros cuadrados, un cuarto de masaje, un gimnasio y una piscina.