Heather Mills se niega a que un eventual acuerdo de divorcio con su ex marido Paul McCartney incluya una cláusula de confidencialidad que la amordace, y esa insistencia es lo que está retrasando la firma del documento, según la prensa británica. Los tabloides coinciden en que el músico y la que fue su esposa han acercado mucho sus posiciones en el proceso que comenzó el lunes ante el Alto Tribunal de Londres y que se celebra a puerta cerrada.

La ex modelo, de 40 años y hoy activista de diversas causas humanitarias, quiere tener la libertad de contar su propia versión de lo ocurrido durante el matrimonio y poder así defenderse en el caso de que alguien la ataque en el futuro, informa hoy el "Daily Mirror".

El ex Beatle, de 65 años, insiste, por su parte, en su exigencia de que Mills no haga ningún tipo de revelaciones sobre una unión de cuatro años que muchos califican de tempestuosa. "Ninguna de las dos partes quiere ceder en ese punto, así que, si no hay cambios, tendrá que ser el juez quien decida", dijo una fuente al citado tabloide.

En ese caso, teniendo en cuenta los intereses de la hija del matrimonio, Beatrice, de cuatro años, el juez puede imponerles a ambos una cláusula de confidencialidad. Los cálculos de los periódicos varían, pero, según el "Daily Mirrror", Mills podría conseguir unos 25 millones de libras (33.5 millones de euros) de la fortuna de 825 millones (1.105 millones de euros) que se atribuye al músico.

El padre de Heather Mills, Mark Mills, de 66 años, expresó el martes su temor de que el equipo de abogados de McCartney "haga trizas" a su hija. Ésta ha tomado la decisión de defenderse sola en el tribunal tras expresar su insatisfacción con los abogados que había contratado y a los que, según la prensa británica, ni siquiera ha pagado.