Algunos estudios revelan que los excesos gastronómicos y la ingesta de alcohol en Navidad hacen que nos engordemos una media de 4 kilos. El aumento de peso y cambio de hábitos repercute en el estado del cuerpo, provocando además algunos problemas como somnolencia, pesadez, indigestión e insomnio.

En este contexto, Primaflor, empresa del sector hortofrutícola español, aconseja seguir estas fiestas "una dieta equilibrada que compense los excesos navideños, ya que además de la mayor cantidad de calorías consumidas, los excesos de comida contienen más azúcares, grasas y ácido úrico del que acostumbramos a ingerir, propiciando un brusco aumento de peso", han subrayado estos especialistas en frutas y verduras.

Para evitar comenzar el año con unos kilos de más, la citada compañía apuesta por "incluir alimentos sanos de la huerta en nuestra dieta, compensando las salsas y dulces que completan normalmente estos menús y evitando así digestiones difíciles, ardores, malestares e incluso el rechazo a ciertos alimentos que hemos consumido en exceso".

"La planificación del menú acompañada de ejercicio y un consumo moderado de alcohol, ayuda a que disfrutemos de las fiestas sin que el cuerpo sufra, sobre todo el de aquellas personas que habitualmente llevan un estilo de vida activo y equilibrado", concluyen.