Los príncipes de Asturias demostraron ayer su buena forma física al recorrer una etapa de 10 kilómetros del Camino de Santiago sin exteriorizar el más mínimo signo de cansancio. Felipe y Letizia se calzaron unas buenas botas se senderismo y, vestidos con ropa cómoda y provistos con el bordón de peregrino, emprendieron la marcha poco antes de las 11 de la mañana para recorrer el tramo del camino francés, que une la ermita de San Paio, en Lavacolla, con la plaza del Obradoiro en Santiago de Compostela, a donde llegaron dos horas más tarde.

Los Príncipes hicieron el recorrido acompañados por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; el alcalde de Santiago, José Sánchez Bugallo; el secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida; y el delegado del Gobierno, Antón Louro. El grupo, rodeado de estrictas medidas de seguridad, fue seguido por numerosos medios de comunicación y otros peregrinos que andaban el camino.

MENSAJE DE AGRADECIMIENTO Felipe, que el día de antes había estado en Hamburgo, viendo ganar al Atlético de Madrid la final de la Liga Europa frente al Fulham inglés, explicó a los periodistas que traía un mensaje de la afición atlética. "Nos han dicho que demos las gracias al santo por la copa", comentó el heredero al trono, que añadió: "también le pediremos a Santiago que nos siga protegiendo y cuidando en estos tiempos tan difíciles que vive España".

El Príncipe, que vestía pantalones color beige, camisa azul y una chaqueta verde, y Letizia, que lucía pantalones pitillo en color gris, gabardina blanca, un pañuelo al cuello y el pelo recogido en una coleta, cumplieron con el rito de abrazar al apóstol. Después asistieron a una misa, que acabó con el tradicional balanceo del botafumeiro. El pasado martes, fue la infanta Cristina la que ganó el jubileo con una visita al santo. Los Príncipes, que animaron "a todo el que pueda" a hacer el Camino, visitaron Santiago por última vez en el 2004, poco después de su boda, con motivo del Xacobeo.