Pocas estrellas de Hollywood han logrado tanto respeto a su privacidad como Jodie Foster. Y también pocas han luchado con tanto empeño y elegancia como la actriz, directora y productora para alcanzarlo. Ahora, a los 45 años, la intérprete que saltó a la fama con Taxi driver cuando era una adolescente y que ha llenado su carrera con papeles de mujeres independientes y fuertes, ha abierto una puerta a su intimidad y, por primera vez, ha hablado en público de su compañera sentimental, la productora Cydney Bernard.

Fue la semana pasada cuando Foster hizo un comentario que se ha propagado en webs de temática homosexual y medios británicos (un curioso fenómeno geográfico, teniendo en cuenta que la noticia ha pasado casi desapercibida en los estadounidenses). Recibía un premio de Hollywood Reporter e incluyó en los agradecimientos a Bernard, a la que al parecer conoció hace 15 años en el rodaje de Sommersby . "A mi bella Cydney --dijo--, que permanece conmigo en lo malo y en la dicha".

Quizá a Foster le animó a bajar su celosa guardia el ambiente, un desayuno en el Hotel Beverly Hills, en el que la publicación reconocía el papel y el poder de las mujeres en una industria dominada por los hombres. Y sin duda sus palabras son noticia, pues la actriz ha defendido a capa y espada su derecho a la intimidad. Lo demostró en 1992 al recoger su Oscar por El silencio de los corderos, cuando dio las gracias "a toda la gente de la industria" que había respetado sus "elecciones". Y lo ha confirmado desde hace nueve años, cuando nació Charles, el primero de sus dos hijos. Nunca ha dicho quién o quiénes son los padres.

Su feroz defensa de la privacidad ha sido debatida entre colectivos gais y sus publicaciones, que a menudo discuten si Foster y otras estrellas de rumoreada homosexualidad deberían salir del armario . Y los últimos en hacerlo fueron los editores de la revista Out, que en julio centraron su principal reportaje en lo que han bautizado como "el armario de cristal", cerrado pero visible, y eligieron para ilustrar la historia al presentador de la CNN Anderson Cooper y a Foster.

Lo que está por venir es incierto. En Hollywood escasean las estrellas abiertamente homosexuales y ese número es aún menor cuando se habla de mujeres.