Ramon Mirabet aun no ha alcanzado en Francia la fama de Julio Iglesias, el artista español más conocido en el país vecino, pero quizá le falte poco para conquistar a la nueva generación. Por lo menos, parece ir por el buen camino. Este cantante aficionado, nacido en Sitges (Barcelona) hace 25 años, acaba de ser seleccionado entre 30.000 candidatos para participar junto a 14 otros finalistas en el concurso La nouvelle star , un programa de televisión emitido por el canal M6 que se propone descubrir a nuevas promesas musicales y cuya versión inglesa, Britain´s got talent , catapultó a Susan Boyle.

En juego están un contrato con una prestigiosa discográfica y unos 75.000 euros. Pero antes de saber si Ramon saldrá vencedor de esta octava edición del concurso, le esperan dos meses de pruebas semanales, emitidas en galas televisivas que cuentan con una de las mayores audiencias del país: una media de 8 millones de personas.

BECA EN PARIS La historia de Ramon es un cuento de hadas moderno, con toques surrealistas. Hace cuatro años se marchó a estudiar su último año de carrera a París con una beca Erasmus. Allí se inició al arte de cantar en la calle acompañado con el sonido de su guitarra. Cuando regresó a Sitges, empezó a ofrecer conciertos en las calles y plazas de la localidad, animado por el interés de los paseantes. Así fue como, tras una serie de casualidades, todo empezó. Este verano, mientras cantaba, conoció a dos francesas con las que entabló una amistad. En octubre se fue a visitarlas a París y ellas le sugirieron apuntarse a las pruebas de selección de La nouvelle star , --"un programa que desconocía por completo", confiesa el joven--. Prometió que si las pruebas se celebraban en París antes de volver a España, se presentaría. Y así fue.

"En el primer casting , un miembro del jurado salió y dijo que tenía un acento español horrible", recuerda divertido Ramon. Pero, nada más ponerse a cantar los miembros del tribunal le seleccionaron y, semana tras semana, fue superando las diferentes fases eliminatorias hasta quedar entre los finalistas que disputarán el título de nueva estrella musical.

Con su físico de guaperas, su talento, su voz suave y ronca y su acento patoso, el único no francófono que participa en el concurso ya ha enamorado a miles de adolescentes francesas, principales seguidoras del programa, que le dedican páginas enteras en redes sociales e internet. En estos portales también se pueden descubrir vídeos en los que se le ve en Sitges versionando What a wonderful world , de Louis Armstrong, o Talking about revolution , de Tracy Chapman.

En las próximas semanas se sabrá si se clasifica para la gran final del concurso, que tendrá lugar a final de mayo. El joven opina que parte con desventaja porque sus paisanos no podrán votar por él. Pero seguro que podrá contar con el apoyo de sus fans y de los españoles residentes en Francia. Otra dificultad añadida será aprender canciones clásicas del repertorio francés. "Estudiaré como nunca", promete un animado Ramon.