Felipe Juan Froilán, nieto mayor de los Reyes, recibió ayer la primera comunión junto a 19 niños de su colegio, San Patricio, en una ceremonia religiosa a la que asistieron Juan Carlos y Sofía. El pequeño, que cumplirá 9 años en julio, vistió un traje de marinero como sus compañeros.

La administración del sacramento tuvo lugar, en un acto reservado para las familias de los niños, en la iglesia de San Pedro Mártir de los Padres Dominicos de Alcobendas. Pipe, como le llaman familiarmente, se colocó junto a sus compañeros en los tres bancos de la primera fila, mientras que los Reyes, sus padres, los duques de Lugo, y su abuela paterna, Concepción Sáenz de Tejada, estuvieron en el banco de detrás.

El príncipe Felipe y los duques de Palma, así como la princesa Irene de Grecia, siguieron la ceremonia desde la tercera fila. También asistieron la infanta Margarita y su marido Carlos Zurita. La princesa Letizia, de baja maternal, y los primos del pequeño no asistieron al acto religioso.

El colegio de Froilán, de acuerdo con el testimonio de algunos de los padres asistentes, exigió la mayor austeridad para esta ceremonia religiosa, al considerar que nada debe distraer a los alumnos la primera vez que reciben el cuerpo de Cristo. Según estas mismas fuentes, los niños entraron en la iglesia con los brazos cruzados y las niñas, con las manos juntas mirando hacia arriba, sin misales ni otras cosas que pudieran distraerles.

A la salida de la ceremonia, que duró poco más de una hora, Froilán, muy serio y arropado por su padre, posó junto al resto de los miembros de la familia real en la entrada de la iglesia, porque la intensa lluvia descartó otro marco. La familia celebró el acontecimiento con una comida en el palacio de la Zarzuela.