El eurodiputado del PP Luis Herrero, expulsado de Venezuela por llamar "dictador" a Hugo Chávez y cuestionar la limpieza de la consulta, matizó ayer a su llegada a Madrid que fue al país invitado por el partido opositor Copei, no como observador internacional. Por eso, Herrero defendió su "plena capacidad para opinar".

El eurodiputado insistió en que lo que ha presenciado en Venezuela es "impresentable". Herrero describió como una "falta de principios mantener una equidistancia formal con quien está arrasando con las libertades de los ciudadanos".