Al exvicepresidente de EEUU Al Gore le ha salido una nueva preocupación. Además de sus desvelos por el calentamiento global, debe ayudar a su díscolo hijo de 24 años, que se ha metido en graves problemas con la justicia. Albert Gore júnior fue acusado el viernes en Los Angeles de posesión de marihuana, medicamentos sin prescripción y exceso de velocidad, tras ser detenido el pasado 4 de julio. Si es hallado culpable, podría ser condenado a una pena máxima de tres años y ocho meses de cárcel. Gore fue cazado circulando a más de 160 km/h en la I-5, la principal autopista que va de norte a sur en la costa oeste.

El miércoles deberá comparecer el miércoles ante el tribunal de Laguna Niguel, donde le leerán el acta de inculpación.