Aunque ninguna de las celebraciones fue multitudinaria, todo el mundo mantuvo viva la llama de Michael Jackson, ayer, en el aniversario de su muerte. Sin grandes alardes, pero con emoción contenida, fans y familiares rememorar al artista.

El centro neurálgico fue Los Angeles, pues ahí es donde reposan los restos del cantante. La policía custodió el cementerio de Forest Lawn para que no hubiese incidentes. Tras las verjas del camposanto, los fans no pudieron lanzar palomas, ni poner música, pero sí recordar a su ídolo, aunque lejos del mausoleo donde descansa. En otros puntos de la metrópolis, una parada obligada era en el paseo de la fama y el Museo de cera Madame Tussaud exhibió en público la figura de Jackson. Solo hubo un acto oficial en todo el mundo, y lo protagonizó la madre del difunto, Katherine. Fue en Gary (Indiana), su localidad natal, donde la mujer descubrió un monumento dedicado al artista.

PRIMERAS CELEBRACIONES Los primeros en celebrar esta fecha tan señalada fueron los países orientales. En Japón, 50 fans durmieron en la Torre Tokio, donde hay posesiones del artista estadounidense en la Colección Neverland, única muestra oficial. Seúl inauguró una exposición con obras de los seguidores y artistas coreanos. Hanói y Taipéi se vistieron de gala ayer, con muchos fanáticos ataviados con la clásica indumentaria de Jackson: gorro, americana y pantalones negros y camisa blanca.

El lugar de encuentro en Londres fue el O2 Arena, donde Jackson debería haber ofrecido el verano pasado 50 recitales. Ahí, los fans escribieron en un mural levantado para la ocasión todo tipo de cálidas dedicatorias. En Milán se celebró un espectáculo teatral dedicado a la estrella. Las localidades estaban agotadas desde hace días, pero colocaron pantallas en los exteriores para quienes lo quisieron seguir.