El Reino Unido recordará este viernes a la princesa Diana de Gales en el 10° aniversario de su muerte. El acto principal de la conmemoración será un servicio religioso al que asistirán los hijos de Lady Di, los príncipesGuillermo y Enrique, y el resto de la familia real, entre ellos, el príncipe Carlos y la reina Isabel II. Los actos se celebrarán en la capilla de la Guardia Real, situada frente al parque de St. James, y cercano al palacio de Buckingham, la residencia oficial de Isabel II. Tanto Guillermo como Enrique (que tenían 15 y 12 años, respectivamente, cuando Diana falleció) leerán varios textos que ensalzan el "amor" por su madre.

Aunque el país se ha sobrepuesto a la conmoción colectiva que vivió en su momento, el servicio conmemorativo que se ofrecerá no ha estado exento de polémica. Ayer, Clarence House, la residencia oficial del príncipe Carlos, volvió a ser el blanco de las críticas por "excluir" al público. A diferencia de cuando tuvo lugar el funeral 10 años atrás, no se dispondrán pantallas gigantes en los exteriores de la capilla de la Guardia Real, aunque sí habrá altavoces para que aquellos que se acerquen puedan seguir el transcurso de la misa. Un portavoz de Clarence House indicó que "era imposible estimar el número de personas que irán a Londres" con motivo del homenaje a Diana. Añadió que los miembros de la familia real no participarán a la salida de la misa en la caminata entre las multitudes.

EN LA INTIMIDAD

Por expreso deseo de los príncipes Guillermo y Enrique, la ceremonia se mantendrá en la intimidad. Cerca de 500 invitados asistirán al servicio, que será transmitido en directo tanto por la BBC como por la cadena privada ITV. Entre los invitados destacará la ausencia de la esposa del príncipeCarlos, Camila, la duquesa de Cornualles, a pesar de haber sido invitada por los hijos de Diana. El domingo pasado, Camila comunicó su decisión de no acudir aduciendo que su presencia "podría distraer la atención del objetivo del acto, que está centrado en la vida y el servicio público de Diana".

La presencia de Camila, a quien Lady Di culpó públicamente del fracaso de su matrimonio, había causado profundo malestar entre los partidarios de la difunta. Rosa Monckton, considerada amiga íntima de Diana e invitada a la misa, escribió en el Sunday on Mail que Diana "estaría sorprendida de que uno de los invitados de honor fuera la duquesa de Cornualles".

A pesar de que no hay actos previstos en la residencia de Diana, el palacio de Kensington (cuyos jardines y verjas fueron sepultados hace 10 años por un océano de flores), sus admiradores ya han empezado a depositar ramos, como ocurre cada 31 de agosto desde entonces.

DOS MINUTOS DE SILENCIO

Por su parte, Mohamed al Fayed, propietario de los almacenes Harrods, ofrecerá dos minutos de silencio en honor a su hijo Dodi, la pareja de Diana. Las hermanas de Dodi, Jasmine y Camila, han sido invitadas por los príncipes a la ceremonia.