Hugo Silva ha dicho adiós al poli macarra de la serie Los hombres de Paco . "No creo que vuelva a interpretar a Lucas", afirmó el miércoles en Madrid. El actor es consciente de que la serie de Antena 3 TV le puso en el mapa cinematográfico, pero a sus 32 años quiere hacerse mayor. Y para eso hay que soltar lastre. Silva estrena hoy Agallas , un más que digno thriller ambientado en el narcotráfico gallego y en el que el joven actor mide fuerzas con un peso pesado de la actuación como Carmelo Gómez.

No es la primera vez que Silva dice adiós a algo. Ya lo hizo con sus estudios de FP de Electricidad, que reconoce tener olvidados. También su faceta de músico (montó un grupo heavy). Ahora, con permiso de Miguel Angel Silvestre (el exDuque de Sin tetas no hay paraíso ) es el actor del momento, de esos que provoca delirios entre sus fans. "Son modas que vienen y se van", afirmó intentado restar importancia a una popularidad que, por ejemplo, le impidió acercarse a un cine a ver su última película, Mentiras y gordas . "Hubiera peligrado mi integridad", reconoció el actor en ese momento.

MAS QUE UNA CARA BONITA A pesar de que su calidad dejaba mucho que desear, Mentiras y gordas se ha convertido en la segunda cinta española más taquillera del 2009. Pero ahora las cosas han cambiado y, por fin, ha llegado al buzón de Silva un papel con el que demostrar su capacidad para ser algo más que una cara bonita y un cuerpo bien esculpido. En Agallas , ópera prima de los realizadores de TVE Samuel Martín y Andrés Luque, el actor da vida a Sebas, un exrecluso que quiere convertirse en la mano derecha del narcotraficante Regueira (Carmelo Gómez).

A la hora de meterse en el papel, el atractivo Silva tragó con todo. Incluso con el hecho de aparecer físicamente horrible, con un desfavorecedor corte de pelo y unos dientes amarillos. "Sebas es un perro callejero que está buscando un amo", definió. Para saber más sobre los reclusos, Silva visitó en la cárcel a un amigo suyo que cumple condena por robo. "Visitar una prisión es impresionante. Tú vas de visita, pero también te encierran", analizó. Otra fuente de inspiración fue el barrio donde creció, San Blas, que en los 80 era uno de los más deprimidos de Madrid y donde la heroína campaba a sus anchas.

En el capítulo de agradecimientos, Silva reconoció que Carmelo Gómez --que tiene infinitas tablas y que en esta película llega a comerse a su compañero a nivel interpretativo-- es todo un referente. "Carmelo siempre me ha gustado. Es el actor que es por el ser humano que es", sentenció con admiración.