"No estoy enamorada". Con estas palabras, que Inés Sastre pronunció sonriente pero tajante, la modelo desmintió ayer en Madrid los rumores de su posible romance con Alexandre Hellman (hijo de un multimillonario francés), pese a las fotografías tomadas el pasado fin de semana en París en las que se muestran en actitud cariñosa. Durante la presentación de una nueva colección de joyas de la firma que amadrina desde hace tres años, dijo sentirse "muy afortunada por tener el apoyo de buenos amigos en esta situación complicada".

Sastre reconoció tener reciente la separación de su marido, el empresario italiano Alex Corrías. Dice encontrarse "tranquila y contenta", pero considera que "todo debe ir a su tiempo".