Pobre Michael. Como si no tuviera suficiente con el drama personal que arrastra desde hace décadas, tiene que aguantar también a los implacables paparazzi que lo fotografían en las situaciones más insólitas e indignas. Esta vez las imágenes llegan desde su nueva ciudad, Las Vegas, donde el que fuera rey del pop --con más de 750 millones de discos vendidos en el mundo-- se paseó el lunes en silla de ruedas vestido con un pantalón de pijama, zapatillas de estar por casa, camiseta, gorra de los Marines, gafas oscuras, pañuelo en la cabeza y su inseparable mascarilla cubriéndole el rostro. Junto a él, un guardaespaldas y sus tres hijos: Prince Michael, Paris y Prince Michael II.

La familia al completo pasó un par de horas en la sección infantil de una librería Barnes and Noble, y las fotos de esta última y triste imagen de Jackson han acabado en las páginas de los tabloides británicos expertos en machacar a las estrellas caídas. The Sun habla del "fallecimiento del rey del pop" y de cómo el delicado Jackson "se ve reducido a utilizar una silla de ruedas a punto de cumplir los 50". El autor de Thriller cumplirá medio siglo el 29 de agosto.

ASPECTO REINCIDENTE Lo que no cuenta es que la imagen no es nueva. De hecho, Jackson parece sentirse especialmente cómodo en pijama, como demostró durante el juicio del 2005, en el que fue absuelto de los cargos de abuso a un menor, cuando apareció con pantalón de pijama, americana negra y un paraguas para cubrirse del sol. Y en silla de ruedas, como recorrió el parisino Jardin des Plantes hace dos años o vio el pasado mes de mayo la final de lucha extrema en Las Vegas, donde el cantante se puso en pie para hablar ante el público.

El Daily Express recuerda que solía ser el mejor bailarín y uno de los mejor vestidos en la escena pop. "Jackson, viejo y decrépito, caminó por la librería comprando cómics", apunta el tabloide, mientras The Sun publica las declaraciones de un testigo de la escena. "Hay constantes rumores sobre su vuelta a los escenarios, pero es chocante ver que es una sombra de lo que fue. No abandonó la silla dentro de la librería. Nadie puede acercarse a él. Es muy triste".