Jenna Bush llamó por teléfono a su padre a la Casa Blanca, en medio del programa de televisión que presenta Ellen DeGeneres en la cadena ABC. La anécdota se produjo el pasado martes a raíz de que la presentadora preguntara a Jenna, de 26 años, si podía lograr que su padre se pusiese al teléfono siempre que quisiera, a lo que ella contestó con un rotundo "sí". "¿Podrías levantar el teléfono ahora mismo y llamarle?", preguntó DeGeneres, a lo que Jenna contestó: "Por supuesto, aunque me va a matar". Acto seguido, la joven llamó a su padre, aunque tapando con la otra mano los números que marcaba en el teléfono.

La primera en contestar la llamada televisada fue Laura Bush, la primera dama de Estados Unidos, que le dijo que en ese mismo momento estaba sentada al lado del presidente. Acto seguido, George Bush se puso al teléfono y, después de saludar a Jenna, le preguntó a la presentadora del show que cómo estaba resultando la entrevista con su hija.

"Lo está haciendo fenomenal. Lo que pasa es que tiene miedo a meterse en un lío con esta llamada y que no le regalen nada por Navidad", explicó De Generes al presidente. Posteriormente, Jenna le preguntó a su padre que si estaba enfadado por la travesura. "Para nada. Estoy encantado de hablar contigo y con Ellen", contestó el mandatario.