"Está soberbia para haber parido a mellizos", soltó uno de los seguratas plantificado ayer bajo un sol de órdago en el espacio acordonado que preparó, en la Rambla de Cataluña de Barcelona, la firma italiana que vende en exclusiva modelos diseñados por Jennifer López.

Con media hora de retraso, lo habitual en las estrellas de altos vuelos, la artista descendió de un Mercedes alzada en afiladísimos tacones --"debe de llevar 22 centímetros", observó uno-- y embutida en un maxivestido negro de estilo romano y corte imperio de su propia marca, al igual que los zapatos y complementos. El gran escote y el fruncido bajo el pecho resaltaban su poderosa delantera y disimulaban otras curvas, quizá aún excesivas por su maternidad.

"Jennifer nos ha dicho que quiere que todas las mujeres del mundo vistan sexis con sus modelos, también las que son madres y no están delgadas. Ella no piensa solo en las delgadísimas, quiere favorecer otras anatomías", destacó ayer Mateo, el director en España de la firma de moda de baño e interior. Y es que, como titulaba una película, las mujeres de verdad tienen curvas, y si son latinas aún más. Ayer, la voluptuosa artista y madre de Emme y Max (nacidos en febrero), se llevó por delante una buena ristra de piropos.

Eran apenas medio centenar los intrusos que se agolparon para ver a la diva. La mayoría, paseantes extranjeros que, sin saberlo, se toparon con la actriz. "¿Qué pasa aquí?", preguntaban en inglés, italiano, francés... ¡Bienvenida Jennifer !, se leía en las cristaleras de la tienda, que preparó la visita a lo grande, con alfombra roja incluida, como en los estrenos de película. Sin embargo, la ciudad y sus circunstancias --las inacabables obras del AVE-- dieron esquinazo al pretendido glamur del escenario. Así, entre las vallas que instaló la casa italiana para intentar maquillar la desventrada vía, improvisaron como pudieron el paseíllo.

La cita era privada --¡se anunciaba en un diario!-- y se había gestado aprovechando la presencia de la cantante por la actuación de su marido, Marc Anthony, en el Palau Sant Jordi. Entre bambalinas, López declaró que, a la hora de diseñar, se inspira en sus raíces latinas y busca que sus prendas sean femeninas. También confesó que le sorprende ser un icono de la belleza.