Miren la foto que acompaña este texto. ¿Piensan que alguien con ese imponente físico puede tener inseguridades? Pues sí. El las tiene. Y las admite sin complejos. Al igual que admite que acude a un terapeuta "maravilloso" que le ayuda a superarlas. "Ir a terapia no significa que estés loco. Es algo que te ayuda a conocerte mejor. Y eso está muy bien". Jon Kortajarena, el modelo vasco de 24 años que triunfa en las pasarelas de medio mundo, habló sin complejos de su vida privada ayer en Madrid durante la presentación de A single man, una hermosa película dirigida por el diseñador Tom Ford y en la que Kortajarena tiene su minuto de gloria.

Amable hasta la saciedad, el modelo no quiso hablar de los últimos titulares de la prensa rosa: Madonna está coladita por él y le persigue. "La película se estrena en España este fin de semana y es demasiado importante para mí. Hoy por ayer es un día para hablar de cine", explicó con una sonrisa.

El modelo, sin embargo, no se cerró en banda y habló de muchas más cosas. De cómo su madre, peluquera de profesión, es la única persona que le toca el pelo, uno de sus sellos de identidad. Adicto a la Coca-cola light, admitió que las dietas no van con él. "Soy de Bilbao", se rió, mientras se zampaba un bocadillo de jamón. A Kortajarena tampoco le va machacarse en el gimnasio. "Nado y corro, pero no con disciplina", afirmó. Lo que sí hace, y mucho, es viajar por trabajo. Sus próximas paradas: Nueva York y el Caribe.