En la calle 44 de Nueva York cuelga un cartel con el rostro de Jude Law con una mirada desafiante. Son muchos los que se paran delante para fotografiarlo o que sueltan: "¡No puede ser que esté aquí!". Pues sí, el actor está en la gran manzana y su estancia da de que hablar.

Esta vez los comentarios no tienen nada que ver con sus retorcidos líos amorosos, sino con que, hasta el próximo 6 de diciembre, Law interpretará en el teatro Broadhurts de Broadway a Hamlet, el príncipe danés y personaje principal de la tragedia homónima de William Shakespeare. El sábado se estrenó la obra, dirigida por Michael Gandage, con el cartel de "no hay entradas" y ante una sala en la que el público, de todas las edades, se rindió a la actuación del intérprete de Cold Mountain . "La primera vez que recitas ser o no ser piensas: ¡Oh Dios mío, he caído en uno de los clichés más grandes del mundo! Pero, si esta frase es tan conocida es porque está magníficamente escrita", confesó Law a The New York Times .

Los monólogos de Law se saldaban con aplausos del público, conquistado por la voz grave y el acento inglés chic del actor. Su actuación, en medio de una escenografía minimalista y de juegos de luces sombríos y elegantes, le valió una ovación.