La nostalgia es un desliz en el que todos caemos, irremediablemente, en algún momento u otro. Hay espectáculos y artistas que son pura nostalgia. En esa categoría, Julie Andrews es la reina indiscutible. Por siempre y para siempre, ella será la gobernanta de la familia Trapp en Sonrisas y lágrimas, la película en la que huye de los nazis con siete niños a través de las montañas austriacas. Y nunca nadie volará por encima de los tejados de Londres colgada de una sombrilla, como hacía ella en Mary Poppins. Sus gorgoritos y ese aire de novicia alegre deseando dejar los hábitos marcaron la infancia de millones de niños, que ahora ya pintan canas.

Retirada desde hace un buen tiempo y transformada en un icono para la comunidad gay, nadie podía esperar este retorno. Pero los amantes del pasado están de suerte. Después de 20 años de ausencia de su tierra natal, la actriz inglesa ofrecerá el próximo 8 de mayo un concierto único en la sala O2 de Londres. "Volver una vez más a mi país, a los escenarios londinenses, será un momento maravilloso. Fue allí donde todo comenzó para mí y estoy deseando poder compartir un nuevo espectáculo con el público", ha declarado la artista, que ha cumplido recientemente 74 años.

La noticia ha pillado por sorpresa a sus seguidores. Su voz quedó seriamente dañada durante una operación quirúrgica en 1997, cuando le fueron extirpados unos nódulos de las cuerdas vocales. Julie Andrews demandó a los cirujanos y obtuvo una compensación de 665.000 euros por los daños causados, que parecían irreparables. "Cantar era un don que yo adoraba y mi incapacidad para cantar es un golpe devastador", declaró entonces la actriz.

FESTIN DE NOSTALGIA "Julie no puede cantar como solía, pero afortunadamente hemos podido recuperar algunas notas que la hicieron famosa", dice ahora su portavoz. "La función será una mezcla maravillosa de las canciones que ella cante y las que interpretarán otras estrellas invitadas".

Andrews no será la única que llame en la capital del Reino Unido a la puerta de la nostalgia. En primavera volverá al West End Hair, uno de los musicales más aclamados de todos los tiempos. La pieza, que se estrenó en el año 1967, se ha convertido en el himno del movimiento hippy, la contracultura y la revolución sexual, de una generación en la que hoy abundan los abuelos honorables.

Pero el glamur retro no acaba ahí. Esta misma Navidad, quienes alguna vez soñaron con ser rescatados en las tórridas playas por la voluptuosa Pamela Anderson (que saltó a la popularidad con su papel en Los vigilantes de la playa ) ya pueden ir sacando entradas para el New Wimbledon Theatre. Allí se pondrá en escena a partir del próximo 13 de diciembre una curiosa versión teatral del cuento de Aladino, en la que la famosa y deseada rubia inflable interpretará ni más ni menos que al genio de la lámpara maravillosa.