El jueves cumplió 6 meses y toda Alemania se hizo eco, como hace dos semanas con su primer chapoteo. El osezno Knut (a la izquierda, en su presentación, el 23 de marzo, y a la derecha, el pasado día 1), que hace poco se alimentaba de leche y avena, ya come pescado, carne y comida de gato, lo que le hace engordar 200 gramos al día. Su cuidador, Thomas Drflein, aún juega con él, pero cuando pese entre 60 y 80 kilos tendrá que dejar de hacerlo. El osito rechazado por su madre recibe 5.000 visitantes diarios en el zoo de Berlín.