El mismo día en el que el tribunal que investiga las muertes de Diana de Gales y Dodi al Fayed recibía el testimonio del padre de este, otro de los personajes del juicio acapara todo el protagonismo: Paul Burrell. En una grabación con cámara oculta publicada por el periódico The Sun, el que fuera mayordomo de la princesa reconoce que mintió deliberadamente en su comparecencia ante el juez hace unas semanas: "Dije la verdad hasta donde pude, pero no dije toda la verdad".

Según confiesa en el vídeo, el lacayo de Lady Di se guardó detalles de una conversación mantenida con la reina meses después del accidente. Burrell reveló en sus libros algunos datos de esa conversación, como que la reina le habló de "fuerzas oscuras" y "poderes trabajando". Sin embargo, en su comparecencia solo habló de la preocupación de Isabel II por el romance entre Diana y Dodi. "Me porté mal y dije algunas cosas para desviar la atención", reconoce ahora Burrell, quien, añade: "Sé que no se debe jugar con la justicia, es delito y soy consciente de la gravedad". En la misma conversación, se justifica: "Estaba protegiendo mi integridad".

Burrell se podría enfrentar ahora a un delito de perjurio, ya que Scott Baker, el juez que lleva el caso, está investigando la grabación obtenida por The Sun en una habitación de un hotel de Nueva York. Es en EEUU donde reside ahora el mayordomo, al frente de un negocio de joyas y ropa de hogar que le reporta millones a costa de la memoria de Lady Di.

Por su parte, Mohamed al Fayed, padre de Dodi, testificó ayer por primera vez ante el tribunal que juzga el caso. Firme en sus teorías conspiratorias, reiteró la acusación de asesinato a la familia real británica, de quienes dice, querían "deshacerse" de la princesa. Y atacó con saña al marido de la reina, el duque de Edimburgo, al que tildó de "nazi" y "racista": "El participó y sabía lo que iba a ocurrir", dijo Al Fayed, que añadió en referencia al supuesto hijo que esperaban Diana y Dodi: "Fue una matanza, no un asesinato".