"Hubo una conspiración. Creo que fue todo por el dinero. Michael valía más de 1.000 millones de dólares en activos por derechos de difusión musical y alguien lo mató por eso. Valía más muerto que vivo". Con estas declaraciones de Latoya Jackson, la hermana del rey del pop, se desayunaban ayer News of the World y The Mail on Sunday.

En sendas entrevistas, Latoya (en la foto, el día después de la muerte de Michael Jackson), dice conocer quiénes le asesinaron y habla de un "grupo de personas" que robaron dos millones de dólares y numerosas joyas de la casa de su hermano, que le engancharon a las drogas y le aislaron de su familia y amigos "para que se sintiera solo y vulnerable" y que le obligaron a trabajar "hasta la extenuación" para seguir ganando dinero.

Latoya define a su hermano como una persona "muy dócil, callada y cariñosa, de la que la gente se aprovechaba (...) Era la persona más sola del mundo".