La princesa de Asturias fue nombrada ayer Hija Adoptiva de Ribadesella, localidad donde Letizia pasaba las vacaciones de verano con su familia. Acompañada del príncipe Felipe, la Princesa recibió de la mano del alcalde, Ramón Canal Tirador, un pergamino confeccionado por las monjas del monasterio de San Pelayo de Oviedo con el título honorífico de Hija Adoptiva. "Me siento riosellana de corazón", dijo una emocionada Letizia durante su discurso, en el que agradeció al municipio asturiano las muestras de cariño hacia toda su familia. La princesa de Asturias aseguró compartir con los riosellanos "el orgullo por el rico patrimonio, artístico y natural, de la localidad".

"Es un honor altísimo, un privilegio, que me hace sentirme aún más unida a esta tierra, que es la mía y la de mi familia. Porque crecí en Ribadesella: fue la de Santa Marina la primera playa de mi vida, la que más disfruté y que todavía hoy tengo presente", subrayó la Princesa. También tuvo en su discurso unas palabras de recuerdo para su bisabuela Carmen y su abuela paterna, la periodista Menchu Alvarez del Valle, también unidas a Ribadesella.

Letizia pronunció el pregón de las fiestas de la localidad en julio de 1999, cuando era una joven periodista y no conocía personalmente al Príncipe. El pasado 24 de octubre, también recibió el título de Hija Predilecta de Oviedo, ciudad donde nació y donde pasó su infancia antes de irse a Madrid. Felipe y Letizia compartiendo con unos 600 vecinos una degustación de productos típicos.