La princesa Letizia demostró ayer que los casi seis años de viajes junto a Felipe le han servido de escuela para afrontar en solitario sus primera misión oficial al extranjero. Su primer destino fue Berlín, donde dejó muy buenos recuerdos entre las autoridades y personalidades que han compartido con ella las 10 horas durante las que permaneció en la capital alemana.

En su visita a Berlín, asistió a la entrega de premios de la fundación Eva Louise Köhler de investigación sobre enfermedades raras. La institución lleva el nombre de la esposa del presidente Horst Köhler --ambos son padres de una hija afectada por una dolencia de este tipo--. Letizia está sensibilizada con estas patologías, que en España afectan a tres millones de personas.

En la entrega de los galardones, Letizia destacó la "dificultad del día a día" de los afectados y recordó que la investigación en este campo "es vital". También agradeció la invitación en alemán, y en castellano dijo que hablar con las familias de estos pacientes supone "darse cuenta de la atención que merecen".

La Princesa, que lució un vestido y un abrigo en tonos azules del diseñador Felipe Varela, inició su visita con un encuentro con el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, con el que habló en inglés de la estrategia que siguen España y Alemania para afrontar el problema. También abordaron el impacto que la crisis económica tiene en ambos países.

Posteriormente, Letizia se trasladó al palacio de Bellevue, sede de la presidencia alemana, donde fue recibida por Eva Louise Köhler, mujer del mandatario. Después de posar para los medios de comunicación, la esposa del heredero al trono de España firmó en el libro de palacio con la siguiente dedicatoria escrita en inglés: "Es un gran honor estar aquí. Muchas gracias, Letizia, princesa de Asturias". Tras la rúbrica, almorzó con la primera dama, con los miembros de la fundación y con los premiados.