Durante años permanecieron olvidadas en alguna estantería cubierta de polvo en los sótanos de la biblioteca JFK de Boston. Son decenas de miles de cartas de condolencia enviadas a Jackie Kennedy por ciudadanos de toda clase y condición en las semanas y meses posteriores al asesinato de su esposo, el entonces presidente de EEUU, John F. Kennedy. Ahora, casi medio siglo después, ven la luz en un libro, Cartas para Jackie , que pretende rescatar del olvido el testimonio anónimo de una nación en luto.

Un mes después del magnicidio de Dallas, Jackie Kennedy se asomó a las pantallas de televisión para agradecer las muestras de cariño y los mensajes de aliento. "Todos los que me habéis escrito sabéis lo mucho que le queríamos", decía la viuda de América, una escena que Ellen Fitzpatrick no ha podido borrar de su mente. Tenía 11 años cuando una bala acabó con la vida de Kennedy, algo que, como a muchos de sus conciudadanos, le marcó para siempre. Esta profesora de 56 años que imparte clases en la Universidad de Nuevo Hampshire recuerda que se han escrito incontables libros, que se han hecho películas. "Pero faltaba algo: las voces de los estadounidenses de a pie".

Fue así como Fitzpatrick se propuso investigar si todavía existía ese material y acabó dando con unas cajas que escondían infinidad de cartas, mensajes y telegramas de condolencias. "Los leí uno por uno durante cinco meses", cuenta esta apasionada de la historia, que hizo una selección de 250 y después contactó con los remitentes o sus familiares para conocer lo que había detrás de cada uno y, de paso, pedirles permiso para publicarlos.

TESTIMONIOS "Querida señora Kennedy. Lamento que hayan disparado a su marido. Sé que debería perdonar a sus enemigos, pero es difícil perdonar a Lee Oswald". Palabras de un niño de 8 años, Kevin Radell. Hubo quien comparó el asesinato con la crucifixión. "Al igual que mataron a nuestro Señor, ahora han matado a nuestro presidente". O una hija de esclavos que no podía ocultar su tristeza por la muerte de su "amigo".

Cuentan que en un solo día llegaron al 1600 de la Avenida Pensilvania más de 45.000 cartas, y se calcula que en las primeras siete semanas posteriores al fatídico 22 de noviembre de 1963 se recibieron más de 800.000 mensajes. Dos años más tarde el volumen había sobrepasado el millón y medio. Gran parte de ese material fue destruido por falta de espacio, pero el Archivo Nacional conserva unas 200.000 páginas en la biblioteca JFK.

Muchos recibieron respuesta de funcionarios de la Casa Blanca. Eso obligó al despacho de la primera dama a contratar personal extra. "La señora Kennedy le agradece profundamente sus condolencias", decía la breve nota. Uno de los telegramas rescatados iba firmado por Alen Diaz. "No soy nadie especial, solo alguien a quien le enseñaron que, si uno está enamorado y ha sido amado, será recordado para siempre".