Lindsay Lohan se lo pensará dos veces antes de conducir con unas copitas de más. Un juez ha querido que compruebe las consecuencias de coger un coche en estado de embriaguez y la ha enviado a trabajar a un depósito de cadáveres como castigo por conducir ebria. La actriz ha pasado dos meses en rehabilitación y prestará servicio cuatro horas diarias.Lohan pasará también dos días en las urgencias de un hospital.