Si hace unas semanas eran Penélope y Mónica Cruz las que presentaban sus creaciones veraniegas para Mango, ayer la actriz Elizabeth Hurley aportó su grano de arena con prendas de baño y complementos playeros. Biquinis, triquinis, camisolas, bolsos, bisutería y sandalias forman la minicolección en colores tan de moda como el fucsia, blanco, chocolate, negro, albaricoque o los estampados años 70. Pero su última pasión es la agricultura orgánica o ecológica, a la que va a dedicar unos programas de televisión en su país.

Fotografiada para esta campaña por la prestigiosa pareja de fotógrafos Mert y Marcus, Hurley ha sido una modelo de excepción que ha procurado no repetir ideas con las colecciones de baño que lleva desarrollando desde hace años. Prefiere comenzar el verano con bañador pero lo termina con un minibiquini, una vez que su piel se ha tostado. Ha buscado colores y diseños que puedan sentar bien a todo tipo de cuerpos femeninos.

Desde Madrid, donde desplegó todos sus encantos y lució un vestido rosa fuerte de la firma que apoyaba, Hurley viajó a Alemania para promocionar su trabajo ante la prensa internacional, pero luego se recogió en su granja en tierras británicas. Casada desde hace un año con el empresario indio Arun Nayar y madre de un niño, Damian, de 6 años, la actriz ha descubierto el encanto del hogar. La naturaleza, la ecología y, sobre todo, los alimentos orgánicos cultivados sin abonos o compuestos acaparan ahora su atención. "Nuestra granja", explica, "es de producción bioecológica. Hay cerdos, vacas, corderos, toda clase de animales, y vendemos su carne a restaurantes y carnicerías".