Carla Bruni cumple hoy un año como primera dama de Francia. El 2 de febrero del 2008 la cantante y exmodelo se casó en el Elíseo con un recién divorciado Nicolas Sarkozy --su ex, Cecilia, le había dejado hacía cuatro meses-- tras un noviazgo relámpago. Una ceremonia austera que puso fin al estilo denominado bling-bling --vocablo alusivo a las cadenas de oro de los raperos y que designa la ostentación hortera-- del presidente y marcó el inicio de 12 meses de glamur. La pareja celebrará su primer aniversario en la intimidad.

Después de un arranque polémico --exhibición del romance en Disneyland, viaje de lujo a Egipto, visita a Petra bajo los focos...-- que hizo caer en picado la popularidad de Sarkozy, la pareja ha sabido conquistar el corazón de los franceses. Carlita --como la llama cariñosamente el jefe del Estado-- ha reconducido con inteligencia su imagen de devoradora de hombres. Mick Jagger, Eric Clapton y el exprimer ministro socialista Laurent Fabius forman parte de la larga lista de amantes de la cantante, que tiene un hijo de 7 años, Aurelien, fruto de su relación con el filósofo Raphael Enthoven.

Además de sosegar el comportamiento a menudo excesivo de Sarkozy, Bruni se ha mostrado discreta y se aplica a fondo en el ejercicio de su función. La visita en marzo del 2008 a la reina de Inglaterra marcó un punto de inflexión en cuanto a su imagen internacional. Antes de la llegada de la competencia de Michelle Obama, Bruni deslumbró con su elegancia convirtiéndose en la nueva Jackie Kennedy.

"Tenemos una vida tranquila, hemos encontrado el buen ritmo", ha dicho Sarkozy, que no oculta la admiración por su mujer: "ha concedido decenas de entrevistas y jamás ha cometido un solo error". Ocasiones no le han faltado. Tras la salida, en verano, del album Comme si de rien n´était (Como si nada), se ha multiplicado en los medios.

Pero no hay primera dama que se precie sin una labor humanitaria que defender. Aparte de destinar sus derechos a obras caritativas, Carla es embajadora de la lucha contra el sida --su hermano Virginio murió de sida--. De "reflejos epidérmicos de izquierdas", Carla no solo ha influido en el look de Sarkozy cambiando su Rolex y sus Ray-Ban por modelos más discretos. "Sus reflexiones amplían mi visión, mis ideas", confiesa Sarkozy.