El ex Beatle Paul McCartney deberá pagar a su ex esposa, Heather Mills, 24,3 millones de libras (casi 31 millones de euros) por su divorcio, dictó hoy un juez en el Tribunal Superior de Londres. "Estoy muy contenta de que esto se haya acabado", dijo Mills, rodeada por una nube de periodistas a las puertas del tribunal, mientras que McCartney no se pronunció sobre el fallo.

Pese a que se declaró "muy, muy contenta" con ese montante, la ex modelo, de 40 años, adelantó que mañana presentará un recurso de apelación contra la decisión del juez encargado del caso, Hugh Bennett, de difundir detalles del pleito.

Según el magistrado, que divulgó datos del caso para evitar especulaciones en la prensa, Mills llegó a exigir el pago 125 millones de libras (159 millones de euros). McCartney, por su parte, sólo llegó a ofrecerle a su ya ex esposa 15,8 millones de libras (20,1 millones de euros).

Dado que la pareja fue incapaz de alcanzar un acuerdo, el juez decretó finalmente el pago de 24,3 millones de libras, de los que 16,5 millones (casi 21 millones de euros) se desembolsarán en efectivo y el resto en activos diversos.

Aunque el montante es muy elevado, no superó el récord para un divorcio en el Reino Unido, cifrado en los 48 millones de libras (61 millones de euros) que el empresario John Charman tuvo que pagar a su ex esposa el año pasado.

Paul McCartney y Heather Mills, cuyo fracaso sentimental ha causado una enorme expectación mediática, contrajeron matrimonio en junio del 2002 y anunciaron su separación cuatro años más tarde. El músico y la antigua modelo son padres de una hija, Beatriz, nacida en 2003.