Los seis primeros diseñadores que estrenaron ayer la 46 edición de la pasarela Cibeles lo hicieron cada uno a su estilo, sin marcar una tendencia uniforme para las colecciones de primavera-verano del 2008. Lo que no significa que no hubiera alguna sorpresa. De hecho, la más significativa llegó de la mano de Jesús del Pozo a primera hora de la mañana. El modisto optó por unas líneas lisas, muy minimalistas, sin estampados y sin mezclar colores.

Y como el blanco no era una de sus apuestas, decidió cambiarle el color a un caniche gigante que desfiló obediente de la mano de una de las modelos perfectamente teñido de color rosa.

Duyos, por su parte, se inspiró en la cultura indígena americana para crear siluetas totémicas cubiertas con estampados que recordaban la selva amazónica. Los pliegues y los frunces dotaron de vuelo a faldas y mangas.

SIEMPRE FEMENINA La mañana la cerró Lemoniez, que inició su desfile con la Marsellesa de fondo para mostrar lo que él quiso denominar una "mujer universal", es decir, "femenina en cualquier ocasión". Para lograrlo, apostó por líneas rectas y colores lisos para gabardinas, vestidos y túnicas con cuellos redondos y cordones a modo de cinturón.

Y si hay alguien capaz de levantar al público de sus asientos, ese es Francis Montesinos. A ritmo de pasodoble, el valenciano presentó su particular homenaje a la tauromaquia con modelos que, en detalles como hombreras, brocados, faldas capote o plisados en forma de abanico, recordaban el arte de la lidia. Para muestra, los pases de pecho que se marcó Laura Sánchez para cerrar la colección, con un traje del torero César Jiménez.

La comedida sobriedad de Angel Schlesser se vio eclipsada por la presencia de la infanta Elena y el mar de cámaras que la rodearon hasta que salió la primera maniquí. El modisto ha querido recuperar el espíritu de la jet-set neoyorquina y la vida nocturna de sus discotecas a través de piezas como caftanes y pantalones anchos, así como con cuerpos asimétricos en tonos crudo, negro y marino con toques de naranja o morado.

DEMASIADO HUESO Pese a que todas las modelos que se presentaron este año al casting pasaron la prueba de la báscula --según la cual quedan excluidas aquellas cuyo índice de masa corporal se sitúe por debajo de 18-- hay voces que, viéndolas con poca ropa, lo ponen en duda.

De hecho, el desfile que TCN presentó ayer en un escenario alternativo a Cibeles permitió observar que algunas maniquís en bañador o ropa interior no podían ocultar su delgadez. Aunque este no fue el caso de la modelo brasileña Camila Alves, novia del actor Matthew McConaughey, que mostró, además de sus medidas perfectas, su satisfacción por trabajar en España.