Mucho se ha especulado sobre los planes de la familia para dar el último adiós a Michael Jackson y ayer por fin se supo que sus restos mortales podrían trasladarse mañana hasta el rancho de Neverland, donde podrían ser expuestos al público, antes de celebrarse un funeral privado.

El destino de Michael Jackson parece que tendrá un final parecido al de otra de las grandes estrellas, Elvis Presley, cuyos restos descansan en Graceland, una mansión de Memphis que ha acabado como centro turístico.

Pero la familia Jackson probablemente aún esté pensando en otros asuntos no menores. Porque si alguien creía que la muerte del cantante no iba a destapar la caja de pandora en la familia Jackson estaba equivocado. Su padre, raudo y veloz, afirmaba hace unos días que ellos son los que debían manejar su legado y todos sus bienes, porque no había dejado testamento.

Pero al parecer sí hay un testamento, escrito en el 2002, en el que al parecer reparte sus bienes entre su madre, sus tres hijos y varias organizaciones caritativas. A nadie le extraña que Joseph Jackson quede al margen, teniendo en cuenta que el patriarca del clan fue acusado de maltratar a sus hijos durante años.

Según medios especializados en famosos e incluso el Wall Street Journal , el documento será presentado próximamente por un abogado del artista en un juzgado de Los Angeles. Es John Branca, que representó al cantante durante años y que al parecer volvió a ser contratado poco antes de que muriera Michael.

Mucho se ha hablado también de la situación financiera de Jackson. Se calcula que las deudas acumuladas en la última etapa de su vida superan los 356 millones de euros, aunque en su dilatada carrera llegó a amasar un patrimonio de 500 millones de euros. Nadie duda ahora de que la adjudicación de esos bienes será un asunto "espinoso".

La legislación de California establece que los únicos herederos serían sus hijos si no hubiera testamento. Por eso la familia movió ficha rápidamente para conservar la custodia de los tres menores. Un juez de Los Angeles se la concedió temporalmente a su abuela materna.

ACTOS DE HOMENAJE Y mientras, 42 años después de subirse con sus hermanos al escenario, Michael Jackson volvió ayer al Teatro Apollo, templo de Harlem. "Es un día triste, pero también de alegría", decía mientras esperaba en la cola Leslie, una joven de Queens que no fue a trabajar para asistir al homenaje: "Cuando alguien es capaz de unir a todo el mundo, ese alguien es grande". Pero algunos parecen no encajar tan bien la muerte de la estrella. No hay cifras oficiales, pero el presidente de un club de fans ha dicho que ya se han suicidado una docena de seguidores y que lo peor incluso podría estar por llegar. "Será en el funeral cuando nos topemos con la realidad", advirtió Gary Taylor.