El cantante Michael Jackson falleció a causa de una dosis del potente anestésico propofol. El sedante resultó letal al ser mezclado con otros medicamentos, según consta en unos documentos policiales que han trascendido hoy a la prensa citados por el diario Los Angeles Times.

En la orden de registro emitida para investigar varias propiedades presuntamente relacionadas con el fallecimiento del autor de Thriller en Houston se menciona que en el análisis forense realizado por las autoridades se hallaron niveles muy altos del potente fármaco propofol en la sangre del cantante.

Esta es la primera información que se hace pública respecto a los resultados de las pruebas oficiales de la autopsia del célebre cantante.

El informe policial explica que el médico personal de Jackson, el doctor Murray, admitió en los interrogatorios efectuados por los agentes de Los Ángeles que había estado tratando al artista de insomnio durante las seis semanas anteriores a su muerte.

El cardiólogo empezó inyectando al artista 50 miligramos de Propofol, aunque fue bajando la dosis por temor a que Jackson pudiera hacerse adicto al fármaco. El médico decidió entonces rebajar a la mitad la cantidad del calmante y combinar su efecto con el de otro dos sedantes: lorazepam y midazolam.

DESVELO MORTAL

Murray afirmó, entonces, que dos días antes del fallecimiento del cantante retiró el propofol de la mezcla. El 25 de junio, día de la muerte de Jackson, Murray explicó que a la 1.30 de la madrugada proporcionó valium al rey del pop para ayudarle a dormir, pero que, al seguir desvelado, le inyectó media hora más tarde una dosis de lorazepam.

Jackson continuaba despierto, por lo que a las 3 de la madrugada el médico optó por suministrarle midazolam, a la que siguieron sin éxito otras sustancias no especificadas hasta que finalmente Murray le inyectó 25 miligramos de propofol a las 10.30 de la mañana.

AUSENCIA PARA REALIZAR UNAS LLAMADAS

El galeno aseguró que Jackson había pedido reiteradamente que se le administrase ese anestésico. El artista se quedó dormido y el médico se ausentó para hacer unas llamadas telefónicas, según declaró a la policía.

A su regreso a la habitación, comprobó que Jackson no respiraba y comenzó a practicarle reanimación cardiopulmonar hasta que llegaron los servicios de emergencia y el cantante fue trasladado al hospital de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), donde fue dado por muerto alrededor de las 14.00 hora local.