Cuentan que se pasó cuatro años corriendo en la piscina alejado de los placeres terrestres. Pero ahora, culminada la proeza --los ocho oros olímpicos de China--, y sediento de lujuria, fiesta y champán, el nadador Michael Phelps se ha lanzado al mar de las tentaciones. De ello dan cuenta las fotos que le han pescado en el The Playboy Club del Palms Casino de Las Vegas. Una pecera con conejitasen biquini y otros especímenes de buen ver, algunas de las cuales, según afirmó un testigo, que resultó ser periodista, se le lanzaron al cuello cual medallas nada más verlo entrar. "Nunca había visto un apretón tan agresivo", comenta en la revista gamberra Radar. El pez apareció escoltado por dos tipos que se emplearon para evitar que fuera capturado por los flases.