Michelle Obama no ha pasado por alto el oportunismo de sacar al mercado unas muñecas con el nombre de las hijas Obama, Dulce Sasha y Maravillosa Malia y a través de su portavoz ha emitido una reprimenda pública: "Es inapropriado utilizar a jóvenes ciudadanos particulares con intenciones mercantilistas". Mientras, la compañía fabricante del juguete (Ty) asegura que las muñecas no tienen nada que ver con las hijas del nuevo presidente de Estados Unidos y que eligieron los nombres solo "porque son bonitos".