Solo tiene 20 años, pero ya está en la cresta de la ola. La dulce y locuaz Míriam Giovanelli, uno de los nuevos fichajes de Sin tetas no hay paraíso, aseguró ayer en Barcelona que no desea explotar la "popularidad pasajera", pero no lo parece: la italiana, que vive desde los 10 años en Madrid, ha aparecido en la tercera temporada de Física o química, participó en Mentiras y gordas y Rivales, y ahora protagoniza la nueva campaña de Armand Basi y es la imagen del salón de estilistas Aduho, motivo por el que recaló ayer en la capital catalana con una melena castaña por exigencias del guión de Sin tetas..., donde da vida a Sandra Barrio, una modelo que se dedica a la prostitución de lujo. Pese a formar parte de la nueva camada del cine español, no se siente una intéprete completa: "Mi meta es aprender para ser actriz".